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Mason’s: Historia, Tradición e Innovación

Mason's Headquarter

Mason’s no nace en 1974. Se construye. Pero para entender lo que es hoy, hay que retroceder en el tiempo: a Carrara, en los años cincuenta. A un pequeño taller de sastrería donde un hombre llamado Vilmo Martini confeccionaba prendas con la precisión de quien lleva toda una vida trabajando los tejidos.

Aquel taller era más que un lugar de trabajo: era una forma de ver el mundo. La idea de que una prenda debe estar hecha para durar, adaptarse al cuerpo y contar la historia de quien la lleva. Vilmo creaba modelos únicos en una tierra donde el mar se encuentra con la montaña, donde el mármol blanco de Carrara se refleja en el azul del Mediterráneo. Y en ese taller, su hijo Giorgio crecía respirando el arte del saber hacer.

1974: el viaje que lo cambia todo

Giorgio Martini no se conforma con continuar lo que su padre había empezado. En 1974 parte hacia Sudamérica. No es un viaje turístico, sino una búsqueda. En Colombia encuentra algo que cambiará para siempre su visión: prendas pertenecientes al Ejército de Liberación Colombiano.

Aquellos uniformes no eran bellos en el sentido clásico del término, pero eran funcionales. Chaquetas con estampado camouflage diseñadas para pasar desapercibidas, pantalones de campo con bolsillos reforzados, tejidos resistentes al desgaste y a los climas extremos. Pero dentro de esa funcionalidad, Giorgio vio algo más profundo: un principio estético oculto en la necesidad. La disciplina como forma de libertad. El uniforme como metáfora de la individualidad.

Regresa a Italia con una idea clara. No quiere reproducir aquellos uniformes, sino traducirlos. Llevar ese principio — la función que se convierte en forma — dentro de la tradición sartorial italiana. Así nace Mason’s.

El propio nombre es una declaración: proviene del histórico tranvía de San Francisco que desde 1873 recorre las empinadas calles de la ciudad. Un medio que une tradición y movimiento, resistencia y aventura urbana. Exactamente lo que Giorgio quería construir.

Logo de Mason’s con cinta y patrón camouflage, alma de la marca

El pantalón: de producto a manifiesto

Desde sus inicios, Mason’s se concentra en una sola prenda: el pantalón. No por limitación, sino por elección. Porque el pantalón representa mejor que ninguna otra prenda el equilibrio entre función y forma, entre comodidad y estructura, entre lo cotidiano y la elegancia.

Cada pantalón Mason’s nace de un proceso que Giorgio hereda de su padre y perfecciona con precisión casi obsesiva. Todo comienza con el patrón, dibujado y redibujado hasta lograr proporciones perfectas. Luego viene el primer prototipo, confeccionado completamente a mano. Se prueba, se estudia, se corrige. Y se vuelve a empezar.

Pero un pantalón no es solo el corte. También es color, materia, personalidad. Y es ahí donde Mason’s empieza a experimentar.

Los años 80: el tejido Libertador

En los años ochenta llega un punto de inflexión. Mason’s desarrolla el tejido Libertador: una gabardina confeccionada con algodones de doble torsión y hilos de primera calidad colombiana. El nombre no es casual. Libertador, como los uniformes que Giorgio había visto en Sudamérica. Pero este tejido lleva aquella memoria a un nuevo terreno: durabilidad excepcional unida a la elegancia italiana.

Es en este período cuando Mason’s introduce una técnica que se convertirá en su firma: el tinto en prenda. En lugar de teñir el tejido en bruto, se tiñe la prenda ya confeccionada y cosida. El resultado: un color más profundo, más resistente al tiempo y una personalidad única en cada pieza.

Mason’s también empieza a experimentar con tratamientos artesanales: el efecto marmoleado, que reproduce las vetas irregulares del mármol — un homenaje a las raíces de Carrara — y el efecto desteñido, que otorga a la prenda un aspecto vivido, casi vintage. No se busca la perfección industrial. Se busca la autenticidad.

Los años 90: el cargo conquista el mundo

En los años noventa, Mason’s hace algo inesperado: toma el pantalón cargo — nacido en el ejército, funcional y práctico — y lo transforma en un icono de estilo.

No se trata solo de diseño. Es la idea de que una prenda utilitaria puede volverse elegante sin perder su esencia. El cargo de Mason’s mantiene los bolsillos, la resistencia, la practicidad. Pero las proporciones son refinadas, los tejidos son de alta calidad, los detalles, sartoriales.

El éxito es inmediato. Hollywood lo nota. Actores, músicos y artistas empiezan a llevar los cargos de Mason’s. No como uniforme, sino como elección de estilo. El pantalón se convierte en un imprescindible global. Y Mason’s se consolida como una marca capaz de anticipar tendencias sin perseguirlas.

Años 2000: los nombres se convierten en identidad

Con la llegada del nuevo milenio, Mason’s introduce un elemento que será su sello distintivo: cada pantalón tiene un nombre. Y cada nombre cuenta una historia.

El Chile, de corte extra slim, recuerda los orígenes militares de la marca. Evita, relaxed fit, rinde homenaje a Evita Perón: fuerza, determinación, libertad. Jaqueline, slim fit en terciopelo, se inspira en la elegancia esencial de Jacqueline Kennedy.

Y después llegan las ciudades: Torino, Milano, New York, Osaka. No son solo nombres geográficos. Son actitudes. Formas distintas de entender la sastrería y la vida cotidiana. Torino representa rigor y comodidad. Milano, precisión y elegancia. New York, energía cosmopolita. Osaka, equilibrio y esencialidad.

Cada nombre es una declaración. Cada pantalón lleva consigo un fragmento de identidad.

Hoy: la construcción continúa

Hoy Mason’s está dirigida por la tercera generación: Nicola, Vilmo y Giuseppe, hijos de Giorgio. Han heredado la sastrería del abuelo y la visión del padre, llevándolas adelante con la certeza de que la tradición no es repetición, sino evolución.

Los tejidos icónicos — como el Libertador — permanecen en el ADN de la marca. Pero junto a ellos surgen nuevos materiales de vanguardia: tejidos elásticos que se adaptan al cuerpo y fibras técnicas que combinan comodidad y resistencia. La investigación nunca se detiene.

Desde 2012, Mason’s cuenta con su propia tienda online, que permite un contacto directo con los clientes de todo el mundo. La marca está presente en los principales mercados: Estados Unidos, Italia, Alemania, Francia y Países Bajos. Se distribuye en las mejores boutiques multimarca y grandes almacenes internacionales.

Pero la fuerza de Mason’s sigue estando en la producción. En sus cadenas de trabajo operan sastres altamente especializados, con años de experiencia y habilidades manuales que constituyen un patrimonio inestimable. Su maestría se percibe en cada centímetro de tejido, en cada costura, en cada detalle.

El futuro de Mason’s se basa en la misma fórmula que ha guiado a la marca durante cincuenta años: combinar sastrería, diseño contemporáneo e investigación textil. Crear una estética que sirva a la función. Proponer una forma de vestir que no sacrifique ni la calidad ni la artesanía.

Porque Mason’s no es solo crecimiento. Es una construcción consciente que se mantiene fiel a sus raíces. Es la unión entre evolución industrial y arte artesanal. Una historia de pasión, maestría e innovación que sigue escribiéndose.

Cincuenta años después de aquel viaje a Sudamérica, el principio sigue siendo el mismo: la función se convierte en forma, la disciplina se convierte en lenguaje.

El pantalón sigue siendo el manifiesto. La historia continúa.

Foto de la campaña Mason’s FW25

FAQ – Historia de Mason’s

¿Qué significa “tinto en prenda” para quien lo lleva?

El tinto en prenda es una técnica que tiñe la prenda ya confeccionada y cosida, no el tejido en bruto. Para quien la lleva, significa un color más profundo y duradero, mayor resistencia a los lavados y tonalidades ligeramente irregulares que hacen que cada pieza sea única. No existen dos prendas teñidas en prenda idénticas. No es un defecto, es una firma.

¿Cómo elegir el fit adecuado entre los pantalones Mason’s?

Mason’s ofrece diferentes fits para adaptarse a cada cuerpo y estilo. Extra slim fit (Chile, Milano): ajustado, sigue la forma del cuerpo con precisión sartorial. Slim fit (Torino, Jaqueline): corte limpio pero cómodo, equilibrio entre forma y ajuste. Regular fit (New York): versátil y adaptable, máxima libertad de movimiento. Carrot fit (Osaka): volumen en la cadera, bajo más estrecho, equilibrio entre proporciones. Relaxed fit (Evita, Malibu): fluido y suave, comodidad sin perder presencia. La elección depende del tipo de cuerpo y del estilo personal.

¿Cuánto dura un pantalón Mason’s?

Un pantalón Mason’s está hecho para durar años. El proceso artesanal — patrones hechos a mano, prototipado continuo, sastres especializados — junto con tejidos de alta calidad (desde el Libertador de algodón doble torsión hasta las fibras técnicas modernas) y tratamientos como el tinto en prenda, garantizan resistencia y longevidad. Con el cuidado adecuado — lavado delicado, respeto por las etiquetas — un pantalón Mason’s mejora con el tiempo, ganando carácter sin perder su forma. No se desgasta con las modas. Gana belleza con el uso.